miércoles, 12 de diciembre de 2012

Bajaj Chetak

Es la moto india por excelencia... es la correspondiente asiática de la Vespa. Bajaj es el nombre de la compañía y Chetak es el nombre del caballo del famoso guerrero indio Maharana Pratap, que luchó contra el imperio Mogol en el siglo XVI, donde hoy podemos localizar el estado de Rajasthan. Se fabricó con gran aceptación desde el año 1972 al 2009, en su versión de 2 y 4 tiempos, con 150 cc y un depósito de 6 l. de gasolina. Es una moto con 4 marchas y embrague en la parte izquierda del manillar. Y por cierto, es mi moto.



La tengo desde Mayo de este año, gracias a los Carmelos (Carmelo, Javi y Carlos), que me hicieron el traspaso de poderes cuando volvieron a Madrid. La moto (del 2001), sinceramente, estaba hecha una pena, ya que no tenía luces o pito, se calaba constantemente, las ruedas estaban desgastadas y, en definitiva, necesitaba una puesta a punto. Tras consultar con compañeros de trabajo, uno de ellos me recomendó un buen mecánico no muy lejos de casa y afortunadamente vinieron a mi lugar de trabajo a por la moto para, como les comenté, que la dejaran como nueva. Al día siguiente el mecánico me trajo una moto completamente distinta, pues no sólo le habían cambiado la caja de cambios, los filtros, frenos, embrague, etc., sino que también le pusieron luces, intermitentes y bocina, además de retapizar los asientos y poner piezas nuevas como los embellecedores laterales, frontales, alfombrillas y un largo etcétera. Y lo mejor es que todos estos cambios me costaron solamente 1000 rupias (menos de 20 euros). A la semana decidí seguir invirtiendo en seguridad y cambié las ruedas, cada una por otras 1000 rupias... y tengo que decir que ha sido el dinero que mejor he gastado desde que he llegado a India, y sobre todo se lo debo a los Carmelos, porque a pesar de todo (y explicaré esto en posteriores párrafos), esta moto ha hecho que nuestro nivel de vida haya mejorado con creces.

Los aspectos positivos de tener una moto en esta ciudad son evidentes, pues por un lado uno evita tener que discutir con auto-wallahs por pocas rupias con el consiguiente estrés que ello provoca en ocasiones y por el otro, entre varios otros beneficios, la movilidad. Hyderabad es una ciudad bastante grande aunque normalmente nos movemos por las zonas de Banjara, Jubilee o Madhapur, y la Chetak contribuye a que estas distancias se hagan mucho más cortas y manejables. Por supuesto, el dinero que ahorro es considerable: frente a las 900 rupias que me gastaba en autos de lunes a viernes (mas los autos del fin de semana), ahora como mucho invierto unas 400 en el depósito de mi moto con gasolina y su correspondiente aceite, que me dura unos 8 días... podría decir que aproximadamente, y como mínimo, el ahorro por mes es de unas 2000 rupias tirando por lo bajo, y algo es algo.

Con lo que a lo negativo se refiere no me refiero en absoluto al hecho de tener una moto, sino a todo lo que lo rodea, como es el tráfico, las leyes de circulación (que brillan por su ausencia) y por supuesto, los conductores.  

El tráfico es demencial, y en muy pocas ocasiones se puede rodar fluidamente por esta ciudad... y por ciertas zonas, prácticamente nunca excepto por la noche. Como ya comenté en algún post al inicio de mi aventura en este país, cuando hay 4 carriles hay por lo menos 5 o 6 coches ocupándolos... y por supuesto tantas motos y autos como huecos pueda haber, más grandes o pequeños, da igual. El secreto de fluir (que no conducir) aquí es la previsión y la conducción defensiva, aprovechando los pocos momentos en que la carretera te deja dar un poco más de gas para desahogar la moto y reduciendo cuando los vehículos se comienzan a agolpar a pocos metros, sacando en ese instante tu mejor táctica de "las distancias cortas". En esos momentos, hay que pensar muy rápido y aprovechar cualquier mínima fisura entre los coches, motos, autos y demás y ser rápido, a la par que cauteloso, porque aquí el índice de impredictibilidad es altísimo, y mucho... en cualquier momento se te cruza cualquier desgraciado y sin avisar.

Otro gran desconocido para los conductores indios en general y para los habitantes de Andhra Pradesh más concretamente... y acotando incluso más, para los Hyderabadis, es el código de circulación, porque aquí cada uno hace lo que le da la real gana. Desde gente que va en sentido contrario con un par (incluso por el centro del carril), hasta dar marcha atrás en medio de una rotonda o autovía, hay un sinfín de burradas que se ven a diario realizar, y sin impunidad alguna. Sigo pensando que no hay más accidentes porque Vishnu no quiere (aquí se le venera mucho, con eso de su avatar "viviente" Sri Venkateshwara y su templo en Tirupati). Aquí la circulación se rige por la ley de la jungla, la ley del más fuerte, la ley del más grande.

Los autobuses y camiones gozan cantidad cuando se ponen a la derecha del todo para, a los pocos metros, deciden irse a la izquierda del todo sin intermitentes ni nada, sino con todo el potencial sonoro de la insoportable bocina (cual barco ballenero finlandés), y no te digo nada cuando un autobús o un camión tienen algo de vía libre... si giras la cabeza al conducir puedes ver cómo, a gran velocidad, se aproxima un vehículo de dimensiones megalodónicas pitando a todo lo que da, y o te quitas o te quita. Supongo que su excusa si te arrolla es: "yo he pitado a todo lo que daba".

Los coches son casi tan importantes como los autobuses o los camiones porque, aunque no son tan grandes, tienen algo más de maniobrabilidad y por tanto, "potestad circulatoria". Piensan que son motos y van, por regla general, a todo trapo, zigzagueando de carril a carril  y sin respetar a nada ni a nadie. Por supuesto, lo de los intermitentes no va con ellos, y mucho menos lo de los cinturones de seguridad... y a veces dan verdaderos escalofríos ver cómo conducen a toda velocidad, con los críos en el asiento delantero, sin el cinturón y con completa libertad. Tampoco saben cambiar de sentido usando sólo un carril, ya que abarcan todos los carriles para algo tan sencillo como girar el volante un poco más e intentar entorpecer el tráfico lo mínimo pero... para qué? Es tremendo.

Los autos y los transportes colectivos, pues un poco más de lo mismo. Por mucho que puedan poner "4 in all" o "7 in all", suelen llevar en la mayoría de las ocasiones, como poco, el doble de la capacidad que indican... pero eso no me importa en absoluto, ya que no es cosa mía. Lo que realmente me incumbe y molesta es que su comportamiento es similar al de los grandes vehículos, y tanto se cambian de carril sin orden ni concierto (ni intermitentes, of course) como de repente frenan donde les da la gana, sin preaviso y con premeditación cuando ver a un potencialmente cliente a añadir a la muchedumbre que ya se encuentra en el interior o acoplado al exterior del vehículo medio colgando, con el consiguiente riesgo que conlleva. Itero... lo que más me molesta son esos frenazos súbitos e imprevisibles.

Respecto a las motos... es otro mundo. Desde la total ausencia del casco en la más absoluta mayoría de conductores, hasta la firme inconsciencia de la manera de conducir de algunos, no dejo de sorprenderme cada día. Hay ineptos que parece que van compitiendo en Moto GP, a toda velocidad, sin casco, zigzagueando entre todo vehículo y tocando el pito de manera ininterrumpida que llega a ser honestamente molesta hasta decir basta... y que de vez en cuando te encuentras que han tenido un severo accidente a escasos metros de tí por culpa de su insensatez y porque el coche de turno (como es normal por estas tierras) no ha querido mirar antes de reincorporarse a la vía. En ese preciso momento, de repente, la mayoría de motos presentes reduce su velocidad... qué curioso, no? Otro dato curioso es que no es nada raro observar hasta 6 personas en la misma moto (padre, madre, hijo, hija, hijo pequeño y bebé con la cabeza colgando por el lado... y hasta incluso mascota incluída), y por supuesto, sin casco ni nada parecido pero eso sí, a una velocidad razonable debido a la carga del vehículo.

Yo, por mi parte, intento conducir de la manera más racional que conozco, que como ya he comentado más arriba, es aplicando toda mi lógica y argucia posible, de manera que practico una conducción racional a la par que defensiva. Y me refiero que, si la carretera está despejada, le doy un poco de gas para que la moto no se me "apalanque", ya que a pesar de todo, es una moto que tiene ya más de 88.000 km. Eso sí, cuando veo de antemano que voy a pasar por una zona conflictiva donde me voy a encontrar un gran atasco, entonces reduzco o/y freno y me replanteo las posibilidades para escurrirme, sin arriesgarme, entre los vehículos de la forma más ligera y segura... y puedo decir que afortunadamente en 6 meses que conduzco mi Chetak, no he tenido que lamentar nunca ningún infortunio, excepto algún que otro sustillo provocado por algún inconsciente (y lo digo en masculino porque por aquí no es muy habitual ver al género femenino a cargo de un vehículo).

Todavía hay mucha gente que sigue opinando que como India es el país de Gandhi, el hinduísmo y el yoga, pues que la gente es igual... y no es así en absoluto. Insisto: no es que la gente sea tranquila, es que le da igual todo y cada uno piensa sólo en lo suyo, y más cuando conducen, que es cuando con más motivo se aplican la máxima que tantas veces he oído de mi padre, y que es "aleluya, aleluya, cada uno con la suya". Hace poco he "tuneado" la Chetak con una pegatina de Ganesh (el dios con cabeza de elefante que es el que "salva las dificultades" y que mucha gente, como dice el libro "Ganesha on the dashboard", coloca en los salpicaderos buscando protección para luego conducir como locos, sin cinturón y etc.) para que me ayude a soportar a estos mendrugos y sus vehículos, tener paciencia y seguir conduciendo como hasta ahora. Y que, por supuesto, a mí también me proteja Vishnu... y Shiva, por si acaso.

BSO - Ford Mustang (Mike Patton)... por ser mi coche favorito de todos los tiempos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario