martes, 19 de abril de 2011

Achaaa!!! This is India

Bueno, me tengo que poner al día, ya que llegué hace casi una semana y apenas he parado... empezaré por el principio del viaje, entonces.

Aparte de los nervios por el viaje, en el aeropuerto de Barajas hubo retraso de casi una hora, pero la verdad es que volar con Emirates merece la pena: asientos cómodos, te sirven bastante bebida, la comida está muy rica y además, frente al asiento, tienes tu pantalla privada con un mando para ver una película (a elegir entre unas cuantas), escuchar música o jugar a algo (un mahjong, por ejemplo). No pude más que dar una cabezada, y a una hora de llegar a Dubai, consideré que debía estar espabilado para afrontar el tener que moverme por el aeropuerto con suficiente soltura como para llegar a mi puerta de embarque con tiempo suficiente. La sorpresa vino cuando tuvimos que sobrevolar Dubai unas 5 veces porque la torre de control no nos dejaba aterrizar, y si a eso le sumamos que el autobús que recogía a los pasajeros nos dio un completo tour por el gigantesco aeropuerto de Dubai, pues imaginaos lo nervioso que estaba, ya que eran las 2 de la mañana y mi vuelo salía a las 3:30. Afortunadamente pasé los controles muy rápido y me crucé casi toda la terminal con inusual celeridad, con lo que, al tener un pub irlandés junto a mi puerta de embarque, me di el homenaje de tomarme una pinta de cerveza antes de coger el vuelo. Reconfortante... tanto como la conversación con un francés que regenta (de clarín) un hotel en la isla tailandesa donde se rodó "La playa". Tengo la dirección y estoy invitado... vosotros también, por supuesto!!!

La llegada a Hyderabad vino con gran expectación por mi parte y tras una siesta de un par de horas, lo suficiente como para que me despertaran para desayunar "migas ruleras de la India" (semolina con pimientos y sus cosicas... menos salchichica y eso) con un agradable café. Tras pasar por la línea de inmigración y esperar durante un rato que saliera mi maleta, salí finalmente del aeropuerto y allí estaba Vijay (responsable de RRHH) esperándome para llevarme al hotel. Debe tener unos cuarenta y algo, con su bigote "Gandhi" y ese movimiento de cabeza del que posteriormente os hablaré y que es usual en la gente de estos lugares. Sinceramente, el largo camino desde el aeropuerto al hotel no me dio demasiada buena impresión, pero como más tarde comprobé, era por el jetlag y tantas horas de viaje.

El hotel es genial, ya que según los locales es uno de los mejores de la ciudad, muy céntrico (Banjara Hills) y bastante asequible. Según mi opinión, está a la altura de los NH. Tras un intento fallido de dormir, decidí despertar mi espíritu aventurero y me di una vuelta por los alrededores, haciendo una parada para comer en Southern Spice, donde pedí lo menos picante e imaginaos luego... pfff... Por la tarde, una pequeña siesta y lo mismo: otro paseo, cena y a dormir.

El viernes por la mañana vinieron a recogerme Vijay y Santosh, el chófer. Santosh es un chaval muy agradable, de 23 años, y su familia tiene una empresa de alquiler de coches y él en concreto trabaja en exclusiva para Raffles, mi empresa. Viste como cualquier adolescente español, pero con su bindhi entre las cejas y una filosofía de paz, amor y karma que hace que su compañía merezca la pena, ya que desde el primer momento se ha esforzado en ayudarme en todo lo que he podido necesitar y por eso le aprecio mucho, como a Vijay.

Al llegar, en el ascensor, conocí a Donna y a Dianeshree, dos de mis compañeras profesoras y responsables de su departamento (de Interiores y Moda, respectivamente) y ya me reconocieron por mi nombre (Pentxo), cosa que inusualmente me sorprendió. Al entrar al "campus", me presentaron a todo el staff (hindú, menos el director, Daniel, que es de Singapur) y el mismo resultado: eres Pentxo? Estaba todo el equipo preparado para mi llegada y fue una sensación agradable, sabiendo que saben que vienes a India y que te puede chocar, con lo que es agradable ver que se ofrecen para ayudarte con gusto a lo que necesites. La verdad es que todo el mundo es muy amable, sonriendo todo el rato y agitando la cabeza como ellos saben hacer. Al rato apareció otro compañero, Nishit, que es hindú y también da clases de diseño de Moda, como Dianeshree. También hay algún compañero ocasional, que viene a dar clase a lo mejor una mañana y todavía no recuerdo su nombre, pero buena sensación.

El campus ocupa toda la segunda planta de un edificio muy grande y moderno entre la zona de Tolichowki y Shaikpet Nala, ambas zonas de clase media y de trabajadores pero frente a todo pronóstico, buena zona con mucho movimiento y mucho tráfico a 15 minutos de la zona de Banjara Hills (para mí, el centro de la ciudad). Se aprecia que está casi recién construído y todo es moderno... las oficinas, la sala de profesores y las aulas. La verdad, me ha dado muy buena impresión y gracias a la hospitalidad de mis compañer@s, seguro que me va a ir genial aquí.

Es curioso que la gente aquí, cuando hablas con ell@s, agitan la cabeza de lado a lado contínuamente y uno nunca sabe si eso significa sí, no, blanco o negro. Es gracioso y desconcertante a la vez, pero uno se acostumbra e incluso hace lo mismo sin apenas darse cuenta. Luego uno se da cuenta de que, aunque te miren serios, en realidad es una señal de aprobación, de decirte "ok". Llega un momento en que uno no se da cuenta de que te acostumbras a mover la cabeza también; inevitable.

Asimismo, oí la expresión "acha, acha" y me hizo bastante gracia... aquí significa "bien, ok". "Ana" significa "amigo, hermano" en una conversación coloquial. Y por cierto, en casi una semana que llevo aquí, apenas he oído la expresión "namasté" para saludar, es curioso. Seguiré día a día aprendiendo poco a poco algo de hindi, pero el caso es que lo que más se habla aquí es Telugu y Urdu, que son algo diferentes.

Por el otro lado, el problema no parece ser la pobreza, sino la polución ambiental masiva que hay, debido a la enorme cantidad de vehículos que uno ve circulando por doquier, sin haber pasado la ITV de aquí, que dudo que exista... pero como todo, uno se termina acostumbrando a ésto y a más.

Definitivamente, esto supone un cambio radical en la forma de tomarte las cosas y debes aceptar que eres tú el que ha llegado a su cultura y que hay que cambiar el chip para no volverse loco... iré soltando, gota a gota, detalles de mi vida aquí y curiosas diferencias culturales.

Muchos besos y abrazos... intentaré no hacer mucho el indio... jajaja!!!

Como lo prometido es deuda, aquí ha ido la primera entrega de mis aventuras por estas tierras... seguiré comunicando!!!

1 comentario:

  1. Achooooooo!!! Que bien te leo jodio, sigue asínnnn que no decaiga y ojo que yo tb le estoy echando un ojo al cricket, lo que pasa es que en un lanzamiento de esos seguro que me sacaría el hombro o algo así jajajaj

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